En este ejemplo os voy a hablar del focus que hice para una conocida marca infantil que quería sacar unos muñequitos muy «cuquis» según ellos, y que gracias a hacer el focus se salvaron de un fracaso absoluto.
La marca estaba convencida que tenía un producto muy bueno, pero eran conscientes que para garantizarse las ventas y, como consecuencia, el éxito, debían testar el producto con su público objetivo.
¿Qué hicimos?
● Creamos varios grupos de niños dentro de la edad al que iba dirigido el producto. (En este caso la selección de la muestra era bastante fácil)
● Creamos un guión para poder conducir el grupo y reunimos a los niños.
¿Qué paso?
Fue bastante complicado extraer la información que queríamos.
¿Por qué?
Porque los niños al ver el juguete empezaban a llorar desconsolados y corrían en busca de sus madres.
Una cosa quedó clara. El juguete les aterrorizaba.
Si lo hubieran lanzado así al mercado habría sido un fracaso absoluto con millones de € de pérdidas.
De aquellos que conseguían calmarse conseguimos extraer la información suficiente como para rediseñar el producto y sacarlo al mercado con un éxito rotundo.
Seguramente si eres de esa generación, tus padres te compraron el juguete, o por lo menos lo viste a nunciado en la tele 🙂
¿Ves la importancia de hacer el focus?
Aquí podemos ver una vez más la importancia de hacer un focus group.
¿Ves lo que habría pasado si no lo hubieran hecho?
Habrían perdido millones de € entre producción, publicidad etc